Historias del metro I

Esto no es nuevo para nadie, sé que lo siguiente, todo mundo la a visto, más lo quiero dejar con una prueba más de la inconciencia que la gente de la Cd. de México esta tomando y que al paracer nunca va a acabar.

Sucede que hace unos dias en mi rutinario viaje por el metro, en la estación Pantitlán al momento de abordar el vagón entró también una señora ya entrada en años, 60, 70 no lo sé, ya no soy muy bueno para el cálculo de las edades. No me percate de su presencia por que como siempre andaba leyendo el periódico, más al llegar a la siguiente estación: Zaragoza levante la vista y fue en ese momento que vi que la señora estaba parada y con con una bolsa al lado. Mire justamente a los tipos que estaban en los asientos y ninguno de los tipos tuvo la amabilidad de seder el asiento.
Algo que siempre me trataron de inculcar mis padres es que a las mujeres embarazadas, personas con niños en brazos, ancianos y minusvalidos, se debe de ceder el asiento en el transporte público.
Me dio mucho coraje ver que algunos de estos tipos quizas más jovenes que yo (No soy anciano ya que tengo 36) con traje y supuestamente con educación, no fueron capaces de ceder el asiento a la señora, que por cierto bajo en la estación Mercerd.

Se nota que se estan perdiendo los valores.

GRRRRR!!!, perdón pero me acuerdo y me da coraje.