De bodas y otras fiestas

Este sábado asistí a la boda de un primo, y quiero escribir algunos comentarios al respecto.

Cuando te invitan a una celebración te puedo asegurar que muchas veces no vas por que te cae bien el que te invita, a veces es por el compromiso de que tienes que ir por que sino que va a pensar la familia, que como eres ingeniero, ya te sientes mucho. En fin, eso es solo un pensamiento.

Recuerdo que cuando éramos chavitos nos gustaba ir para ver a los primos y contarnos las nuevas y para saber si ya fulano tenia novia o seguía de maricón, para ver que chavita nos podíamos ligar, o para ver quien de los primos era el que aguantaba mas chupando. ¿Qué naco verdad? pues si y no. Creo que la mayoría de los mexicanos no podemos cambiar costumbres tan ancestrales ya se por que nuestro circulo social es muy limitado y no conocemos otra forma de hacer las fiestas o por que simplemente no queremos cambiar. O por que todo mundo lo hace y es parte de nuestra genética.

Mis tíos, hoy se volaron la barda en esta fiesta, ¿Por qué?, porque contrataron mariachi, 2 horas, lonas para tapar media cuadra, luz y sonido, como 50 mesas, cerveza, vino, toneladas de refresco (si serán toneladas, alguien que me corrija), etc. a mi en lo particular no me gustan las fiestas tan grandes.

Cuando me case por la iglesia, trate que fuera lo mas sencilla posible pero también tratando de darle gusto a la familia, difícil pero no imposible, contrate un grupo de un amigo del trabajo, por 4 horas, vino para mis padrinos y tíos, una botella por familia y nada más. No hubo colados como sucede en muchas fiestas en la calle y a las 11:30 todo se había acabado, para mi fue perfecta la fiesta (será que fue mi fiesta?, bueno la fiesta de mi esposa y mía). Con mis tíos no fue lo mismo, hubo muchos colados sobre todo en le baile, terminó como aquello de las 2 de la mañana, bueno eso me dijeron por que a las 12:30 fui a dejar a mi papá a su casa, mi mamá se había ido antes en el coche de una de mis hermanos.

Los mexicanos, creo que a veces tratamos de echar la casa por la ventana en este tipo de eventos, cuando podemos mejor tratar de ser ahorrativos.